miércoles, 9 de septiembre de 2009

Alicia encadenada


Mi recuerdo
te muerde el corazón
como un perro con rabia.
Tiempo precioso
gastaste
tus resoluciones
sobre mi vida
te agotaron.
Me saqué el collar.
No fuiste vos
quien tiró de la soga.
Pero dejaste marcas.
Tu recuerdo
viene a veces
como un perro cansado
apoya apenas los dientes
ya sin saña,
casi sin dolor.
Después se va.
La costumbre
es una cadena que arrastra
insensiblemente
hasta que salta
el eslabón más fuerte.
(este poemita salió en el #5 de fuegozine)

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